Lo primero sería decir que mi actividad como dramaturgista es pionera absoluta en Chile, porque cuando oficialmente aparecí como tal (el 2004), ese “oficio” acá no existía. Lo segundo, mencionar que como tal, al operar como nexo entre todos los participantes en una puesta en escena y estar “adentro” y “afuera” a la vez, en nuestro medio local se requiere gran habilidad psicológica, para que todos se sientan aceptados, escuchados y valorados. Lo tercero, que cada puesta en escena tiene leyes propias, por lo cual no tengo un método único de trabajo aplicable como fórmula a todo lo que haga, salvo el concepto de un dramaturgismo basado en materiales, que pueden variar desde textos escritos, ensayos, etc., hasta imágenes, melodías, sonidos, noticias, películas o todo aquello que me parezca útil para ayudar a concretar un punto de vista desde el cual mostrar lo que se termina mostrando, junto al director o la directora de la obra. Practico un tipo de dramaturgismo que acompaña todo el proceso de ensayos y luego, todas las funciones que la obra tenga.